Los diamantes libres de conflictos garantizan que el consumidor contribuya a la compra moral de diamantes., lo que impacta positivamente el lado ético de la industria minera de diamantes. Los diamantes de sangre han ayudado a llevar las cuestiones relacionadas con el abastecimiento ético de diamantes al primer plano de la mente del consumidor al dar voz a los mineros de diamantes en zonas de guerra.. Los procedimientos de amortiguación como el Proceso de Kimberley garantizan que cada envío de diamantes sea directamente rastreable hasta una fuente ética y no contribuya a la invasión de ejércitos o señores de la guerra..
El Proceso de Kimberley comenzó en 2010 y fue creado por varios estados productores de diamantes en el sur de África, que posteriormente se reunieron para discutir y buscar formas de combatir el comercio de diamantes de sangre. Los anillos de compromiso creados por fabricantes que forman parte del Proceso de Kimberley no participan en la financiación de la violencia de los movimientos rebeldes y sus aliados involucrados en la industria del comercio de diamantes..